Es posible visitar la tumba de un fararón sin ir a Egipto. En el Museo Arqueológico Nacional (septiembre-noviembre del 2004) se pudo mirar y tocar los frescos que el faraón Tutmosis III encargó para que le acompañaran en su último viaje. Y ello gracias a la digitalización. Por medio de escáneres y programas informáticos sofisticados, de las paredes de la tumba original se obtuvieron imágenes digitalizadas que posteriormente sirvieron para recrear un espacio tridimensional por el que caminar e imaginar como es la tumba en realidad.
Claro que nadie pensó ni por un momento en destruir el original o llevarlo a un almacén. En muchos casos la imagen digitalizada se convierte en un sustituto del original. El ahorro de espacio físico, que requiere además unas condiciones especiales y personal especializado en su conservación, y la posibilidad de que se pueda acceder a los documentos a través de ordenadores conectados a una red condena a muchos documentos originales a la desaparición o el olvido.
En este artículo http://zonezero.com/magazine/articles/boxer/centurysp.html se cuenta cómo los originales y negativos del archivo Bettmann comprado por Corbis (http://pro.corbis.com/)una de las mayores agencias fotográficas del mundo propiedad de Bill Gates, es almacenada en una mina para sólo trabajar con su versión digitalizada. En http://www.ucm.es/info/multidoc/multidoc/revista/cuad6-7/efe.htm describe cómo ha sido la digitalización del Archivo de la agencia EFE. En el relato del proceso cuenta : "No se elimina ninguna fotografía, aunque debido a problemas de espacio se han reducido las copias, que se han sustituido por los contactos de los negativos correspondientes a cada información". Es decir que sí se han eliminado copias originales. Fotografías, que han algunso casos tienen bastantes décadas, desaparecen. La digitalización plantea el problema de ¿qué es una copia original? Suele considerarse como tal la copia en papel obtenida directamente desde el negativo. Entonces ¿una copia digital es un original? ¿Qué pasa con las copias de papel?. Que ocupan un espacio que las empresas no están dispuestas a conceder. Porque ¿tiene sentido guardar las copias en papel cuando se tiene un acceso inmediato y unas opciones de tratamiento por medio de los sistemas informáticos? Esto no afecta sólo a la fotografía. Durante años los centros de documentación han acumulado recortes de prensa (periódicos y revistas). La informatización de los centros y la prensa digital han relegado el cortar y pegar (con tijeras y pegamento) por la catalogación de las bases datos. En muchos casos la recuperación de esa información pasada exige una inversión muy alta. Así qué hacer. Mientras llega la solución el destino es el almacén. Cajas de cartón en estantes en lugares de díficil acceso. En un artículo llamado "Desaparición digital", Marie-Therese Varlamoff Goudl, encargada del programa para el acceso universal de las publicaciones de la IFLA y de la Biblioteca Nacional de Francia, reflexiona sobre los problemas y costes de la digitalización de las revistas (http://www.unesco.org/courier/2000_10/sp/connex.htm)
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